Falsos mitos sobre la meditación y el cuidado interior

Cuando alguien piensa en la meditación, en seguida aparecen en su mente falsos mitos que hemos oido durante años sobre ella.  

Desde hace unos años para acá, y más aún después de la pandemia, ha proliferado mucho la práctica de la meditación, sobre todo la de Mindfulness o atención plena, en nuestra sociedad occidental.

Hay nuevas investigaciones que cada año se van sumando a todo lo que ya se sabía sobre los beneficios de este hábito en cualquier persona, pero aún así, hay mucha gente todavía pensando que no es para tanto.

Si tú eres de aquellas que no saben muy bien de qué va todo ésto, te quiero ayudar a ver lo que no es verdad dentro de la práctica de la meditación. 

 

Los falso mitos que te impiden empezar a meditar

 

“No tengo tiempo”

La eterna excusa para no empezar a meditar es la falta de tiempo. “Yo es que no puedo hacer las cosas deprisa para irme a otro lado, yo necesito mucha tranquilidad”. Precisamente eso es lo que te va a enseñar la meditación, a ser capaz de hacer pausas entre bloques de tareas, en los que en unos minutos puedes volver a traer la atención, de una forma determinada y muy beneficiosa para tus miles de ocupaciones cada día. 

Se puede meditar desde 3-5 minutos al día hasta el infinito que tú quieras y puedas. Está claro que mientras más mejor, pero no hay un mínimo de tiempo que tengas que bloquear para ello. 

 

“Eso de dejar la mente en blanco no va conmigo”

Hay una falsa creencia de que meditar es dejar la mente en blanco y no pensar en nada. Eso es imposible.

Ya sabemos que la mente siempre está funcionando, incluso durante el sueño. Así que en ningún caso se relaciona la meditación con la mente en blanco.

La idea equivocada puede que venga de una vaga descripción de la actividad de tu mente en modo “ser” y no en modo “hacer”.

Lo que sí intentamos con la meditación es que la mente no se dedique a rumiar todo tipo de pensamientos inútiles para tu momento presente. Eso sí se puede entrenar durante la meditación.

 

“A mí se me va la cabeza todo el tiempo y no me concentro”

Es muy normal que la atención se disperse entre mil cosas. Esto es un entrenamiento gradual. Al principio podrás guiar a tu atención poco tiempo, y cuanto más ejercites la atención plena, irás viendo mayor cantidad de tiempo en la que es posible llevar la atención a donde tú quieres.

Pero incluso a los meditadores más expertos se les va la atención en algún momento a donde no quieren. No somos perfectos, y además el simple hecho de darte cuenta que se te va la atención a otro momento ya es positivo, porque estamos tomando consciencia de lo que pensamos. Y eso ya es un paso gigante.

 

“Yo prefiero dejarme llevar a lo que la vida me proponga”

 “A mí me gusta pensar y dejarme llevar por mi imaginación y mis sueños”. Una cosa no está reñida con la otra. El tiempo de meditación es bueno para muchas cosas, pero sobre todo para el autoconocimiento.

Durante esos minutos en los que te dedicas un tiempo de silencio, incluso puedes aprender muchas cosas de ti que te pueden servir para tus sueños y tus aspiraciones.

Es verdad que una vez que empiezas te ayuda a disfrutar más de los momentos presentes y no dejarte llevar por tu mente inquieta. Pero también tendrás tiempo en tu soledad de llevar tu imaginación a donde quieras.

 

Soñar despierto

 

“Si me quedo en silencio me entra mucha pena”

Es verdad que uno de los beneficios de la meditación es ayudarnos a expresar las emociones. Ya sean agradables o difíciles. Y está bien.

Las emociones te enseñan a ver si hay algo que necesitas y que puedes buscar para ser feliz. O al menos para mejorar tu situación actual.

Pero también te fomenta la gratitud en tu vida, ver todo lo bueno que tienes a tu alrededor, aunque no sea muy llamativo. 

 

“Yo prefiero ir a terapia cuando me haga falta”

“Yo cuando me encuentro muy mal psicológicamente voy a terapia y listo”. Una cosa no está reñida con la otra.

Es más, los psicoterapeutas recomiendan la meditación, y muchos de ellos la practican, algunos incluso en sus sesiones con los pacientes. 

De cualquier forma, las herramientas para mejorar tu bienestar son complementarias a la terapia, y las refuerzan haciendo que los resultados aparezcan antes y sean más duraderos.

 

“Yo soy católica y no tengo nada que ver con las religiones orientales”

La meditación, si bien la iniciaron los budistas en mayor medida, no es una práctica religiosa estrictamente.

Es verdad que la forma de orar en todas las religiones es una especie de meditación. Un tiempo de silencio en el que hablas con el Ser superior en el que tú crees, y le abres tu corazón.

Tienen mucho en común, pero la meditación tiene una serie de connotaciones de preparación de tu mente y tu interior que la oración no requiere, al menos la católica que es la que yo conozco y practico. 

De hecho en los últimos años que llevo practicando meditación casi a diario, vivo más intensamente mis momentos de oración con Dios. Me ayuda a tener más enfocada la atención en el momento presente de oración y estar menos dispersa.

 

Falsos mitos sobre la meditación y el cuidado interior

 

Otros bloqueos que te impiden cuidar tu interior

“La compasión es para los que no toman acción”

“Compadecerse de uno mismo es convertirse en víctima y no hacer nada por mejorar”. Para nada.

Al contrario, tratarse con cariño cuando tienes una situación difícil en la vida es lo primero que podemos hacer antes de empezar a dar pasos para cambiar tu actitud. Así que en las herramientas que yo proponía la semana pasada, una de ellas fundamental es la compasión con uno mismo y con los demás.

 

“Yo no sé escribir ni dos líneas”

Entre las herramientas beneficiosas para relacionarte con tus emociones está la escritura libre. A esa me refería cuando hablaba de ella, a esa que no se valora como bien hecha o mal hecha.

Ese tipo de escritura sale casi espontáneamente de tu mano, como si la mente y el corazón fueran guiándola de forma natural. No hay reglas para escribir tus reflexiones. Nadie lo va a leer si tú no quieres.  

Conclusión

Todos los falsos mitos que tiene el ejercicio de meditación se deben a no conocerla, o a no haber querido intentarlo.

Y los bloqueos para sentarte cada día y cuidar tu interior como primer paso para vivir más feliz tampoco ayudan.

Aquí solo he traido los más relevantes, pero como todo lo que revoluciona de algún modo, siembra muchas dudas, y es normal.

Te invito a que conozcas mejor la meditación y el resto de las herramientas que te propongo para tu salud mental, antes de empezar a practicarla.

Y si necesitas alguna información más, déjanoslo en comentarios,

¡nos encanta leerte!

Falsos mitos que te impiden conocer la meditación y cuidar nuestro interior