Describir tu realidad presente

Describir tu experiencia presente sin dejarte llevar por lo que tu mente quiere contar es el primer paso para poder estar bien con la vida que tenemos.

Muchas veces nos preguntan o preguntamos a alguien ¿cómo estás? ¿cómo te sientes? y no sabemos contestarlo desde una realidad vivencial.

Porque nuestra mente empieza a montarse una película sobre lo que ha pasado, llena de subjetividad, juicios, e interpretaciones.

Tampoco somos capaces de describir nuestras sensaciones corporales o nuestras emociones porque nunca nos hemos parado a observarlas.

Vamos a ver esos elementos que te ayudan a describir lo que estás viviendo y la forma de aprender a conocerlos.

 

Qué es lo que tu mente te cuenta

 

Desde pequeños nos han enseñado a valorar y hacer juicios personales de todo lo que vivimos. Y es necesario para poder vivir desde nuestras creencias y valores, no es que sea negativo. ( Si yo veo una situación que no va conmigo, prefiero retirarme y no volverla a vivir).

El problema está en extender esas valoraciones a cualquier cosa que vives.

La mente se adueña de nuestras vivencias y le busca los porqués a todo, a veces desde posturas extremas o equivocadas.

Entonces debemos tomar consciencia de ésto y diferenciar lo que realmente ha ocurrido, de lo que tu mente ha relatado desde un posible punto de vista.

Piensa un momento, cuando estás en una situación y viene alguien de fuera y te pregunta: “¿qué ha pasado?”

¿de qué forma describes lo que has vivido? (te recuerdo las distintas formas de describir algo que vimos en este artículo y que puedes releer ahora).

Casi siempre hacemos lo mismo, contarle nuestra versión de lo que ha pasado, que no siempre es objetiva.

Pues en la propia indagación de nuestra vida nos contamos nuestra realidad sin utilizar los verdaderos componentes que la integran.

 

Describir tu realidad objetiva sin que tu mente te arrastre

 

Lo que realmente describe tu experiencia presente

 

Dicho ésto te preguntarás, entonces ¿cómo hablo de mi realidad presente?

Describiendo y tomando consciencia de los componentes de nuestra experiencia: pensamientos, emociones y sensaciones.

 

Pensamientos

 

Muchas veces se repiten, o al menos son parecidos, los pensamientos que tenemos ante una situación.

Y creemos que hay que controlar y eliminar los pensamientos que nos invaden, pero eso no es así. Antes de hacer nada con ellos es importante identificarlos y tomar consciencia de lo que nos cuentan.

No es lo mismo dejarte llevar por tus pensamientos recurrentes y catastróficos que observarlos con ecuanimidad, como si fueran de otra persona, e intentar sacar de ellos todo la información que nos dice sobre nosotros.

Así que el primer paso es poner atención a los pensamientos.

Viene bien cada día tomar un momento para anotar en nuestro diario de reflexiones qué pensamientos he tenido en qué momento del día.

Al principio parece difícil, pero con entrenamiento y algunas prácticas de autoconocimiento se puede conseguir.

 

Emociones

 

En el caso de las emociones tenemos, en general, una falta de consciencia emocional que no nos permite poder describir e identificar las emociones que sentimos.

En cuanto al nivel de energía y de agrado/disfrute hay distintas emociones que no te dicen lo mismo.

Por ejemplo no es lo mismo estar agitado ante una situación que estar motivado o enfocado.

Y tampoco es lo mismo estar decepcionado que estar disgustado.

Tu cuerpo te cuenta lo que estás sintiendo y los pensamientos sobre esa sensación construyen la emoción. Por eso es importante sentarnos cada día y aprender a escuchar lo que nos cuenta el cuerpo.

 

Sensaciones

 

Nuestro cuerpo siempre nos dice cosas sobre lo que estamos viviendo.

Ante alguna situación se alteran las sensaciones corporales y te hablan de lo que a ti te influye.

Son algo muy personal. Lo que a una persona puede alterarle a otra a lo mejor no.

También son subjetivas y cada uno tenemos un umbral diferente en el que la sentimos o no.

Las sensaciones más claras son las exteroceptivas, que entran por los cinco sentidos además de la presión y la sensación térmica.

Pero también existen las sensaciones propioceptivas ( las de posición, movimiento y tensión o relajación) y las interoceptivas, como la sensación visceral de hambre, sed o saciedad, las de equilibrio, las de picor o dolor.

Si conocemos las posibles sensaciones es más fácil describir lo que sentimos.

 

Cuáles son las sensaciones corporales

 

Cómo redirigir a tu mente con mindfulness

 

Una vez conocidos los tres elementos, con el entrenamiento de atención plena en ellos podemos mejorar la forma de describir lo que estamos viviendo en nuestra experiencia, sin que intervengan comentarios, juicios o valoraciones.

Una de las primeras consecuencias de practicar mindfulness es aprender a identificar los pensamientos como elementos individuales.

En vez de empezar a formarnos un lío de pensamientos en el que tiras de un hilo y se van relacionando unos con otros y no se acaban nunca, aprendes a verlos como separados unos de otros, por lo que se hace más posible hacerle sitio en tu interior y no fusionarte con ellos.

De forma que cuando quieres contar lo que ha pasado en una situación puedes tomar distancia de ese pensamiento y reconocer que has tenido el pensamiento de…

Respecto a las sensaciones corporales el mindfulness te enseña a poner atención plena a cada zona de tu cuerpo, para conocerte y saber que cuando se sube la tensión en tus mandíbulas, por ejemplo, estás en un momento de ansiedad o de miedo.

Así puedes llegar a darte cuenta antes de que pase y disminuir la intensidad de esa emoción.

 

Conclusiones

 

Para describir una situación vivida es necesario conocer los tres elementos que la componen: pensamientos, emociones y sensaciones.

Si no, es tu mente la que crea un tren de pensamientos, opiniones y juicios sobre eso que imagina que ha pasado.

Con la práctica de mindfulness aprendemos a identificarlos y a distanciarnos de ellos para poder describir lo más objetivamente posible esa situación.

Te animo a que empieces a probarlo y nos cuentes si notas cambios.

Déjanoslo en comentarios, ¡nos encanta leerte!

Cómo describir tu experiencia presente sin dejarte llevar por tu mente